viernes, 16 de marzo de 2007

Volcán Poas

La primera excursión que hicimos en Costa Rica fue al Parque Nacional del Volcán Poas. Al estar alojados en Alajuela, ciudad cercana a la capital, el trayecto hasta allí duró solo unos 30 minutos en coche, quizás algo más. Como llegamos temprano pudimos contemplar el paisaje totalmente despejado, después se nubló, lo que parece que es muy habitual. Así que para verlo bien, hay que madrugar, así también se evitan las aglomeraciones que se forman más tarde.

Tras recorrer el hermoso paseo que conduce al volcán, llegamos al mirador. Desde allí las vistas impresionan, pues se ve la caldera desde arriba. En el centro se ha formado un lago de aguas calientes y ácidas. Este cambia de tonalidades según la actividad del volcán y los minerales que desprende.
Galeria de fotos del Parque Nacional del volcán Poas, Costa Rica
A veces tiene un intenso verde esmeralda, otras un color azul turquesa y otras más grisáceo. Este cambio de tonalidades hace más interesante el lugar, pues se puede repetir la visita al parque y parecerá no haber estado en él antes.
Pudimos ver la actividad del Poas por las fumarolas de azufre y los surcos amarillos de estos sulfuros, que recorrían el lago y tornaron el agua a un color verdoso. Otros días no da signos externos de actividad; queda aparentemente dormido.
Una de las cosas que más llaman la atención es que no hay vegetación en el perímetro, especialmente en el lado hacia donde sopla el aire, mientras que fuera de ese perímetro crecen frondosos bosques. Esto se debe a la lluvia ácida que provocan los gases del volcán.

A escasos metros del mirador sale un camino que conduce a la laguna Botos, formada por agua de lluvia en un cráter secundario. Continuamos por él nuestro paseo.
Tras una agradable caminata de unos 15 minutos, amenizada por el trino de los pájaros y el revoloteo de colibrís, alcanzamos el mirador del lago. Un sitio precioso que transmite mucha tranquilidad. Las aguas de la laguna reflejan el colorido entorno. Estas aguas van a dar al Caribe tras recorrer el río Angel.
Después de contemplar el paisaje, seguimos hacia la salida por un sendero que parece salido de un cuento. Finalmente visitamos el museo donde se explica el origen y formación de éste y otros volcanes.
Esperamos haber transmitido bien, lo impresionante que es ver un volcán activo. Hace pensar en que toda esa actividad que pasa desapercibida, está ahí, a diario, debajo de nuestros pies.....

1 comentario:

Unknown dijo...

Como siempre me encantan las fotos...
Realmente el sendero parece sacado de un cuento, y es increible como la vegetacion hace que sea precticamante de noche en el camino, eso es algo que ya me habian comentado pero hasta que no lo ves no te haces una idea.
Y que bonito el lago, dan ganas de darse un baño :)