lunes, 31 de agosto de 2009

The Lodge at Pico Bonito

Galería de fotos de Lodge de Pico Bonito, La Ceiba, Honduras
No se cual será su idea del paraíso, pero Pico Bonito se aproxima bastante a la mía. El hotel The Lodge at Pico Bonito (la casa del guarda en Pico Bonito) es la forma más confortable, practica y segura de disfrutar de la selva Hondureña y adentrarse en el Parque Nacional Pico Bonito.

Visitar el trópico siempre significa un contacto intenso con la naturaleza. En ese estrecho cinturón que rodea el centro del planeta se reúne el 50% de la biodiversidad. Millares de especies de plantas, aves, insectos y mamíferos habitan estos vergeles rebosantes de vida y no siempre es cómodo contemplarlas en su ambiente natural. El reto al visitar estas zonas exóticas es no alterarlas y no dejar huella.

El Lodge de Pico Bonito, en pleno bosque secundario y en medio de un microclima estable, es dormir en cabañas rodeadas de cacaos. Es despertarse al amanecer con la algarabía de decenas de aves. Es desayunar acompañado por colibrís y mariposas. Es mecerse en hamacas contemplando ardillas, tucanes y guatusas (dasyprocta fuliginosa) que despreocupadamente mordisquean frutas junto a la cabaña. Es leer un buen libro al arrullo del río Corinto o disfrutar de la piscina con una enorme montaña en el patio. La montaña Pico Bonito, la más alta de cara al Caribe, desde Colombia a la Florida, pone el colofón a los jardines del hotel.

Las instalaciones de este albergue ecológico, edificadas en madera, se extienden sobre una finca de 89 hectáreas de bosque tropical lluvioso. Una insignificante fracción de las casi 11.000 hectáreas del parque nacional. Con un exhaustivo programa, el hotel, convierte todos sus desechos en abono orgánico, excluyendo químicos, para sus propias plantaciones de mango, naranja, cacao, aguacate, piña y café.

El restaurante, célebre por su excepcional cocina, crea sus platos con ingredientes de la finca. Que conozcamos, es el único restaurante en Honduras que produce su propio chocolate, una verdadera delicia. A esto se le suma el ambiente encantador que proporciona la madera, que incita a agradables veladas.

No en vano el Lodge es considerado uno de los mejores hoteles de Honduras. Un hotel ecológico de lujo en un entorno paradisiaco que forma parte del Small Luxury Hotels of the World.

Trás días cautivadores, nuestra estancia va llegando a su fin, la bruma del atardecer con su brisa fresca añade un ambiente místico que invita a relajarse, conversar, pensar...



Solo nos queda haceros unas recomendaciones y alguna advertencia: en el entorno e incluso en las habitaciones es fácil que haya algún bicho: escarabajos, arañas, mosquitos, etc... Así que si alguien tiene alguna fobia es bueno que vaya preparado para cualquier encuentro inesperado y si lleva repelente evitará picaduras.

Actividades: Prismáticos al cuello se puede hacer observación de aves. En la propiedad hay varias torres de observación. Una de las excursiones ofrecidas por el hotel es un recorrido por la montaña al amanecer, en búsqueda de especies aviares, en especial de la Cotinga de un vivo y brillante Azul. También se pueden hacer distintos recorridos por el terreno del hotel que incluye cascadas y pozas donde bañarse ( ya os pondremos fotos de esto).

Desde allí se puede conocer: las playas y arrecifes coralinos de Roatán o Cayos Cochinos , la variada fauna Parque Nacional de Cuero y Salado y la exuberante selva que envuelve el Parque Nacional de Pico Bonito. Solo faltaría visitar las ruinas mayas de Copán para disfrutar en la totalidad de la esencia de Honduras.

viernes, 21 de agosto de 2009

Parque Nacional Punta Sal, Honduras

No es la primera vez que en Centroamérica estamos dentro de un paisaje de una belleza tal que nos parece irreal. Esto mismo nos sucedió al llegar a Punta Sal. La selva que da cobijo a monos carablanca y aulladores, y otras muchas criaturas interesantes, se funde con una playa de arena blanca y aguas cristalinas verde turquesa. En estas los corales y pececillos viven tranquilos tan solo amenazados por la pesca de los pelicanos y las fragatas. Como a mitad del verano, entre julio y agosto, manatíes rompen la monotonía de estas aguas y acuden a comer allí, se les puede ver pastando entre las aguas, levantando sus cabezas de vez en cuando. Todo esto se funde en un encuadre de unos colores relajantes e impresionantes que uno no puede dejar de mirar.

Siglos antes estas playas sirvieron de refugio a piratas y sus embarcaciones. En especial Puerto Escondido y Puerto Caribe pues forman dos bahías casi cerradas, salvo por una pequeña abertura por donde los piratas pasaban sus naves. Todavía hoy,
Galería de fotos del P.N. Punta Sal, Honduras
en Puerto Caribe, se pueden ver en el lecho marino los cañones abandonados por los corsarios y un arco en la roca donde, según relató nuestro guía, celebraban bodas haciendo pasar a los novios a través de el, tradición que parece ser se perpetuo por varios siglos. Estos dos puertos se unen por unos senderos que abrieron estos navegantes. Hoy estos caminos son transitados por cangrejos soldado, y turistas a los que se advierte sobre los peligros de las espinas de los Guiscoyoles. Con estas los indios cazaban, usando el veneno concentrado que sacaban de ellas para impregnarlo en las flechas. El veneno dormía a la víctima y cuando llegaba al corazón la mataba. Si uno accidentalmente se clava una de estas espinas, aunque la saque inmediatamente, la zona duele durante semanas. Así que, con mucho cuidado recorrimos el camino rumbo a un buen baño en la playa para disfrutar de las cálidas aguas y los corales.

Aprovechamos para daros unas cuantas recomendaciones: Ya que Honduras esta dentro de la segunda barrera de coral más grande del mundo, no olvidar el snorkel y la cámara acuática, además de algo que nos proteja del sol mientras estamos en el agua. Para cuando estemos sobre la arena: protector solar y repelente . Si se tiene tendencia al mareo mejor llevar alguna medicina antimareo porque por la tarde de regreso, el mar suele estar agitado y también puede hacer algo de frío.