viernes, 7 de marzo de 2008

Rivera Maya, Méjico

Galería de fotos de Rivera Maya, Méjico
Con el deseo de descansar, relajarnos y volver con la mochila llena de algo nuevo, como tomar contacto con la cultura Maya, en el 2003 viajamos a Rivera Maya, península del Yucatán.

Elegimos un Hotel cercano a playa del Carmen, para desplazarnos con mayor facilidad. Aunque habíamos reservado en el Riu Tequila, al llegar estaba lleno y nos ofrecieron el Riu Playacar. Sin lugar a dudas salimos ganando. Aunque el Riu Tequila es más reciente, El Playacar esta mucho más cerca de la playa, menos masificado y los restaurantes temáticos son de mayor calidad.

En el hotel, diferentes operadores nos ofrecieron innumerables excursiones. Todos asegurando que era un riesgo contratarlas fuera del hotel y que eso justificaba el que los precios fueran mucho más altos. Comprobamos por nosotros mismos que no es cierto, ya que contratamos unas en el hotel y otras las hicimos por nuestra cuenta y todas salieron bien. Las que hicimos por nuestra cuenta fueron mucho más baratas y no tuvimos que hacer la interminable recogida de turistas en cada hotel.

Una de las excursiones que contratamos en el hotel fue a Chichén Itzá, que estaba considerablemente más lejos que otras. De camino pasamos por Mérida, ciudad colonial bastante bonita, por la que apenas pudimos pasear.

Llegados a Chichén Itzá agradecimos mucho el haber elegido un día nublado, que alivió un poco el sofocante calor de finales de junio. El entusiasmo del guía y sus explicaciones nos hicieron imaginar la ciudad en su antiguo vivir.

Por nuestra cuenta fuimos recorriendo el corredor de Tulum, valiéndonos de las "Van", furgonetas que hacen el recorrido Playa del Carmen-Tulum-Playa del Carmen, haciendo paradas en el lugar en que se desee. Y en las que se suelen encontrar turistas de los sitios más insospechados.

Una de nuestras paradas fue en Xel Ha un gran acuario natural donde se encuentran agua dulce y salada rodeado de expectacular naturaleza.

Al final de la ruta del corredor se enclavan las ruinas de Tulum, simplemente espectaculares, los Mayas eligieron buenas vistas.

A medio camino entre Tulum y playa del Carmen, envueltos por selva y custodiados por garzas, lagartos y pajaros de plumaje iridiscente encontramos el Cenote dos ojos y el Cenote Azul ambos dignos de ver. El Cenote Azul nos resultó más apetecible para nadar en sus frías aguas. Fue como sumergirse en una refrescante pecera.

Desde Playa del Carmen embarcamos rumbo a Cozumel, isla volcánica a solo 45 minutos en ferry a la que dedicamos todo un día, muy bien aprovechado.

Al final del viaje: objetivo conseguido. A demás de tanta excursión disfrutamos de unas cálidas y sensacionales playas, en definitiva de unas vacaciones inolvidables.